Nuestra biblioteca es historia, es arte, es vida, es un sueño cumplido que tuvieron nuestros primero habitantes.
Nació en 1919 cuando un grupo de vecinos ferroviarios descubrieron que un baúl abandonado en la estación de nuestra ciudad estaba lleno de libros. Entonces decidieron formar una asociación de préstamo e intercambio de esos libros. Las aspiraciones de cultura de los primeros trabajadores riotercerences del riel no quedaron en una moción: entusiastas, rápidamente se unieron y nombraron a uno de sus compañeros, el señor J. S. Rodríguez presidente provisorio de la Biblioteca Unión Ferroviaria, nombre que la institución llevaría por casi 14 años. El 7 de junio de ese año se reunió por primera vez la comisión provisoria encabezada por el Sr. Rodríguez e integrada por todos los ferroviarios, y se compraron los primeros libros. La labor se intensificaba y el patrimonio iba en aumento, por lo que, siempre dentro del ámbito de los ferroviarios, fue elegida la primera Comisión Directiva definitiva. Esto ocurrió el 14 de septiembre de 1919, fecha que se toma oficialmente como la de fundación de la entidad, y fue su presidente el señor Emilio Borselli. El 27 de septiembre de ese mismo año, la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP) la declara “popular” bajo el número 0873.
Ya con un número apreciable de libros, se dio inicio al préstamo de libros a los empleados ferroviarios y a sus familiares. Poco tiempo después, apenas trece días de elegida la Comisión Directiva, los fundadores decidieron extender la asociación y el préstamo de libros al resto de la población riotercerence. La naciente biblioteca de origen ferroviario se constituyó en algo más que un lugar con libros, fue un centro de reunión. El mismo año de su fundación se organizó una campaña solidaria para recaudar fondos para los damnificados por un ciclón que barrió con varias casas de la ciudad.
También en la década del ’20 a pedido de un reconocido sacerdote, por no existir en ese entonces iglesia en la ciudad, la biblioteca cumplió funciones religiosas para una serie de festividades. Muchas instituciones de la ciudad se dieron sede en la biblioteca para reunirse y conformarse como tales.
Por resolución de la Comisión Directiva del 11 de mayo de 1933, la institución pasó a llamarse Biblioteca Popular “Justo José de Urquiza”, requisito exigido por la CONABIP que llevara el nombre de un prócer argentino. También ese año, la Comisión Directiva, inició los trámites ante el Estado provincial para obtener la personería jurídica, objeto que se logró el 11 de diciembre de 1934. Mediante el decreto provincial Nº 32628 “A”, se acordó el carácter de persona jurídica, aprobándose el Estatuto Social presentado.
Vecinos de todos los sectores sociales ocuparon desde entonces los cargos directivos de la entidad cultural, y con el incremento de las actividades, la Biblioteca fue trasladada provisionalmente a Alberdi 260 en 1942. Este año se inició la construcción del actual edificio, en Alberdi 75, el que fue inaugurado el 31 de octubre de 1943, bajo la presidencia del Sr. Antonio Maluf.
Desde 1991 es también un centro cultural para la promoción de todas las ramas de las artes, las ciencias y la acción social, al haber institucionalizado mediante una reforma estatutaria, el funcionamiento de subcomisiones internas para cada actividad.
En 1994 se comienza a construir el sueño del Auditorio propio. Con el proyecto original del Arquitecto Juan Carlos Ponzio se busca construir en la primera planta una sala auditorio para 100 espectadores dispuestos en gradas con butacas, con su debido espacio de escenario, telón, camarines, sonido, luces, etc. como cualquier auditorio profesional. En la actualidad la obra gruesa de albañilería está completa, con paredes, techo y revoque de toda la obra. También están finalizadas aberturas exteriores, así como la instalación de gas y cloacas e instalación y habilitación de los baños. Se cuenta además, gracias a gestiones en el Fondo Nacional de las Artes, con el equipo completo de sonido ya instalado.
Durante estos 100 años de vida fue creciendo a la par de la ciudad, ampliando su espacio físico e incorporando servicios y actividades para satisfacer las crecientes necesidades culturales de una ciudad pujante, de la mano del apoyo y trabajo incansable de sus vecinos, artistas y voluntarios.
La Biblioteca es un lugar para transitar, habitar y ocupar con sueños e ideas, para crear y creer que un mundo con más cultura es posible.