El pasado sábado 5 de noviembre, en el marco de la 7ma Edición de la Feria de Editoriales y Libros Independientes Zoila (F.E.L.I.Z.), se presentó la primera reedición del libro “100 años de pintura y escultura en Río Tercero” escrito por Miguel Monteverde. La publicación presenta de la historia del arte local y complementa la obra de otros historiadores locales como Fernando Colautti (Río Tercero Tiene Historia), Hugo Rafael Rodríguez (Crisol de Razas) y César Herrera.
Originalmente esta fue publicada en agosto de 2006 y fue editada por el Fondo de Estímulo Editorial de la Biblioteca Popular Justo José de Urquiza, siendo este título, el séptimo que la institución publicaba. La actual reedición fue autorizada por los herederos del autor, quien falleciera en un accidente automovilístico en 2017.

Durante la presentación de esta reedición, Fernanda Juárez se refirió a la misma como «una obra monumental”, y sugirió que una denominación adecuada para un trabajo de estas características es el de “una genealogía de las artes visuales” y que “la impronta de su trabajo constituye una marca indeleble en la cultura local” por su importancia.
Los 52 artistas reseñados en la obra pertenecen a las ramas de la pintura, dibujo, grabado y escultura exclusivamente, aunque el propio autor reconoce la existencia de otras formas dentro de las artes plásticas no contempladas en su trabajo, y que hoy podríamos ampliar y detallar como instalaciones, video arte, arte digital, performances, fotografía, diseño gráfico, artesanías. El criterio de selección de los artistas tuvo que ver con la pertenencia a nuestra ciudad: se eligió a personas que hubieran nacido en Río Tercero, o bien que sin ser nativos hayan residido en nuestra ciudad, se hayan formado aquí, hayan producido y mostrado sus obras en el ámbito local; artistas que representaron en forma notoria a la ciudad en el campo de las artes visuales. Otro factor tenido en cuenta fue la originalidad de los trabajos, el profesionalismo del artista y la voluntad de mostrar públicamente su producción.
“Un plus en la obra de Miguel Monteverde es que el libro ofrece al comienzo una historia de las artes plásticas locales, la cual incluye información relevante sobre las instituciones, establecimientos educativos, agrupaciones y movimientos artísticos que contribuyeron a configurar el ámbito artístico local” destacó Juárez. El libro ofrece también un valioso aporte desde lo visual, ya que sus páginas contienen reproducciones de las principales obras de los artistas seleccionados.
Miguel Monteverde no fue un hombre común, en el sentido literal de estas palabras. Muchos lo conocieron pero pocos pudieron llegar afectivamente a él, un hombre extremadamente reservado y celoso de su privacidad. Pero “Los hombres, como los vitrales, deben ser analizados a la mejor luz”.

MIGUEL ÁNGEL MONTEVERDE (1953-2017)
El periodista, fundador del Semanario Tribuna, el enamorado del arte, el amigo de Enrique Gandolfo, cuya obra artística ayudó a preservar junto a otras personas que lucharon por el mismo ideal, el fotógrafo de eventos culturales, el pintor de cuadros, aficionado, el presidente de esta biblioteca a la que amó profundamente y a la que dedicó muchas horas, muchos días, varios años de su vida.
A partir del año 1989 la biblioteca modernizó su gestión. Nunca la biblioteca había tenido tanta presencia en los medios como en aquellos años. No sólo se hablaba de los proyectos, del accionar de la comisión, sino también de las subcomisiones quienes generaban sus propios recursos económicos, una de las cuales, la de música, logró comprar el primer piano de cola de la institución con dinero propio. La gestión fue destacada pero la visibilidad se la dio Miguel Monteverde en Tribuna. Uno de los logros más importantes de su presidencia que fue la ampliación de la sala de lectura, con su techo inclinado para que fuera el piso de un futuro auditorio. Fueron muchos metros cubiertos, mucho esfuerzo y la esperada inauguración se realizó el 16 de setiembre de 1994, con la presencia de autoridades provinciales. Una gran fiesta tuvo lugar entonces.
Como amante del arte y amigo personal de Enrique Gandolfo, trabajó con el grupo «Amigos de Gandolfo» para lograr lo que hoy es el M.E.G. No alcanzó a verlo, pero cuando se produjo el accidente que terminó con su vida, el 15 de marzo de 2017, Miguel volvía de Córdoba de tramitar la personería jurídica para transformar el grupo Amigos de Enrique Gandolfo en Fundación, de manera de tener más fuerza en la lucha para obtener un espacio donde mostrar las obras de su amigo y realizar muestras de pintura y escultura que tanta importancia tienen en la cultura local.
En cada hombre, en cada mujer, en cada niño brilla la luz divina. Qué es un hombre destacado sino alguien que perteneciendo al inmenso rebaño de la humanidad tiene sus notas distintivas. “Viva moneda que nunca se volverá a repetir”, dice García Lorca al referirse a Antoñito el Camborio. Pero algunos, por su accionar a lo largo del tiempo, por haber logrado algo que mejorara la vida de los demás, merecen un aplauso y ser salvados del olvido. Tal, Miguel Ángel Monteverde. Gracias querido amigo.